El proceso

El proceso

El proceso que seguimos para la elaboración de la cerveza es el proceso tradicional.

 

Comenzamos con la molienda del cereal que, tras el proceso de maceración, nos proporciona el mosto que llevamos a cocción, donde añadimos el lúpulo en el tiempo y cantidad adecuados para obtener el amargor, sabor y aroma que queremos en nuestras cervezas.

 

Finalizado este proceso, enfriamos el mosto y lo incorporamos a los tanques de fermentación, donde añadimos la levadura, responsable de transformar los azúcares procedentes del cereal en alcohol y gas. Este proceso se prolonga durante dos semanas aproximadamente. Es la primera fermentación.

 

Tras esta primera fermentación, realizamos el embotellado. En la botella, la cerveza realiza un segundo proceso de fermentación, de forma que el gas de nuestras cervezas es el gas generado en este proceso natural de fermentación de las levaduras en el interior de la botella. Por esta razón, el gas de nuestras cervezas no genera sensación de pesadez, sino que es mucho más fácil de digerir. Este proceso de fermentación en botella requiere mantener las botellas a temperatura controlada durante tres o cuatro semanas, hasta que hemos conseguido el punto adecuado de madurez de la cerveza.

 

 

Ya sólo queda enfriarlas y…¡¡¡listas para disfrutar!!!